jueves 18 septiembre 2025, 14:00

La selección afgana de refugiadas se prepara en Inglaterra para hacer historia con sus primeros partidos

  • Tras esta concentración en St. George’s Park, Pauline Hamill y su cuerpo técnico convocarán a 23 jugadoras para disputar una serie de amistosos oficiales este año

  • Unas 70 mujeres se dieron cita en las tres concentraciones para la detección del talento organizadas por la FIFA, que incluyeron seminarios y otras actividades concebidas para prestarles apoyo en todos los ámbitos

  • El grupo, cohesionado en torno a la exfutbolista afgana y activista por los derechos de la mujer Khalida Popal, ha demostrado valentía y se dispone a alcanzar un nuevo hito

A finales de agosto, el Centro Nacional del Fútbol de St. George’s Park, lugar habitual de entrenamiento de las afamadas selecciones inglesas, abrió sus puertas y campos a un grupo muy especial de aspirantes a jugadoras internacionales que buscan una segunda casa lejos de su país.

Estas instalaciones de primerísima categoría, ubicadas en Burton upon Trent, acogieron las últimas concentraciones organizadas por la FIFA para seleccionar a las 23 integrantes de la selección afgana de refugiadas, que disputará antes de fin de año una serie de amistosos reconocidos oficialmente. Esos partidos supondrán el regreso por todo lo alto del fútbol femenino afgano al panorama internacional, después de casi cuatro años de ausencia. A su vez, plasmarán la misión global de la FIFA de proporcionar oportunidades y estrechar lazos comunitarios a través de nuestro deporte.

"Es increíble ver a las chicas aquí reunidas, su camaradería, y todo propiciado por el fútbol", afirmó Sarai Bareman, exinternacional samoana nacida en Nueva Zelanda y directora de la División de Fútbol Femenino de la FIFA.

El Consejo de la FIFA aprobó en mayo la creación de una selección afgana de refugiadas en el marco de su estrategia de actuación para el fútbol femenino de Afganistán, basada en tres pilares. El primer y el segundo pilar son la prestación de apoyo humanitario y logístico a las mujeres de Afganistán, así como llevar a cabo actividades de promoción y diplomacia con las partes y entidades pertinentes a fin de garantizar un acceso al deporte a largo plazo. El tercero es la propia selección afgana de refugiadas, de la que pueden formar parte quienes cuenten con experiencia de juego en el fútbol nacional. Se trata de un plan sólido, para el que se han facilitado considerables recursos y servicios adaptados a las aproximadamente 70 jugadoras que han asistido a las tres concentraciones, al margen de que al final sean seleccionadas o no. Durante todo el proceso de elaboración de la estrategia y confección de la selección afgana de refugiadas, la FIFA ha colaborado estrechamente con la exfutbolista afgana y activista por los derechos de la mujer Khalida Popal, una verdadera referente cuyo liderazgo ha sido esencial para mantener al grupo cohesionado en torno a su firme determinación de jugar al fútbol.

La elegida para dirigir al equipo fue Pauline Hamill, una leyenda de la selección escocesa que ya ha estado al frente de combinados juveniles de su país y de Arabia Saudí. Con el apoyo de un grupo de especialistas centrados en el entrenamiento, la salud física y psicológica, la comodidad y la seguridad de las jugadoras, Hamill organizó una concentración a finales de julio en Sídney (Australia), a la que han seguido ahora otras dos en St. George's Park (Inglaterra).

La experiencia ha resultado sumamente enriquecedora para todas las personas participantes, sobre todo para estas mujeres fuertes y valerosas que se han sobrepuesto a la adversidad para aprovechar esta oportunidad de encontrar aceptación, desarrollarse y establecer vínculos en St. George's Park, que las ha acogido con los brazos abiertos después de verse obligadas a abandonar su hogar.

"Por eso estamos todas tan contentas —asegura Najma Arefi, participante en la concentración que acaba de concluir—. Nos apasiona el fútbol. Hemos sentido libertad, sororidad, alegría, y nos hemos olvidado de todo lo que ha ocurrido para disfrutar del presente. Yo he seguido jugando por eso".

Bareman coincide: "He hablado un poco con ellas y he observado cómo interactúan como equipo, entre sí y también con el cuerpo técnico, y salta a la vista lo mucho que esto significa. Por la trayectoria que han tenido algunas de estas jugadoras, es increíble poder verlas aquí, sonriendo, riendo y disfrutando, en un entorno seguro. Me alegra mucho que hayamos podido ofrecerles esto".

Si bien el fútbol ha sido el eje principal de las tres concentraciones, la experiencia se ideó para ser integral. A este respecto, se proporcionaron entrenadores y personal de la FIFA para ayudar con la nutrición y la atención médica, además de brindar orientación y formación para interactuar con la prensa. Ha habido asimismo seminarios dirigidos por jugadoras dedicados al fortalecimiento del grupo, la táctica, el bienestar y el desarrollo personal, prestando siempre especial atención a la salvaguardia y la seguridad.

"Tienen mucho interés en probar cosas nuevas y también están muy abiertas a recibir observaciones —apunta la exguardameta internacional inglesa Karen Bardsley, miembro del cuerpo técnico en St. George’s—. Ha sido muy divertido. Creo que, en mi caso, el hecho de haber jugado en categorías más altas me permite entender lo que nos da la práctica del fútbol. Pero también sé lo que hace falta para exigirnos más y sobrepasar nuestros propios límites. Hay que tener esa capacidad. Yo puedo contarles mis vivencias y transmitirles la confianza que todo eso me ha dado. Pero insisto, ellas aportan tanta energía y positividad a los entrenamientos que es imposible no disfrutarlos. Y me han enseñado mucho".

Former England goalkeeper Karen Bardsley was part of the staff at St. George’s

Aunque solo se seleccionará a 23 jugadoras para los primeros partidos, no se dejará de lado a ninguna de las participantes en las concentraciones, procedentes de Australia, del Reino Unido y de otros países europeos. La FIFA seguirá apoyándolas a todas mediante distintas iniciativas, entre las que se incluyen medidas en materia de bienestar y salvaguardia, acceso a la educación y ayuda para encontrar otras oportunidades en el fútbol, como entrar en contacto con clubes locales, suministrarles material y proporcionarles formación para que sean entrenadoras o árbitras.

El objetivo de la selección afgana de refugiadas no es únicamente permitir a estas mujeres representar a su país en partidos oficiales, sino también ayudarlas a que prosperen en sus lugares de residencia actuales.

"Aquí hemos aprendido muchas cosas, y no solo en el terreno de juego. Fuera también hemos aprendido muchísimo. Ha sido un privilegio estar en este centro de la selección inglesa, acompañadas de tantos entrenadores y personal profesionales —añade Arefi—. Ha sido una experiencia fantástica para todas nosotras. Estamos deseando que este proyecto piloto continúe durante los próximos años y trabajar en el proyecto general con la FIFA".

Following camp at St. George’s Park, Coach Pauline Hamill and coaching staff will select 23 players for a series of sanctioned friendlies this year

Esta iniciativa no ha hecho sino dar sus primeros pasos, pero las concentraciones de este verano para la detección del talento y los partidos de finales de año supondrán un hito fundamental en el empeño de la FIFA por realzar a las mujeres afganas, tanto las que están dentro como fuera de su país, a través del fútbol. La FIFA hará próximamente nuevos anuncios sobre la selección, la plantilla de 23 jugadoras, su calendario y rivales.

"Se trata de un proyecto importantísimo para la FIFA —señala Bareman—. Por lo que han vivido estas mujeres y por lo que han tenido que pasar, es fundamental que ahora podamos utilizar el fútbol como instrumento para reintegrarlas y darles las oportunidades que tanto merecen".

FIFA’s Chief Women's Football Officer Dame Sarai Bareman takes a selfie with the Afghan Women’s Refugee Team


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