Mark Schwarzer, exguardameta de la selección australiana, saboreó victorias y padeció reveses en las eliminatorias intercontinentales de la Copa Mundial de la FIFA™
Schwarzer destaca que el nuevo formato brinda a los aficionados una «oportunidad extraordinaria»
El portero atajó dos penales en la inolvidable eliminatoria de 2005 contra Uruguay
Las eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA™ siempre ofrecen momentos vibrantes y llenos de emoción, pero el flamante torneo clasificatorio para el Mundial 2026 promete elevar aún más la adrenalina el próximo año.
Seis selecciones de cinco confederaciones disputarán en un formato de eliminación directa las dos plazas restantes para el torneo que se celebrará en Canadá, México y Estados Unidos del 11 de junio al 19 de julio, y que por primera vez reunirá a 48 equipos.
No hay margen de error y, si hay alguien que conoce perfectamente lo que significa ganar una eliminatoria intercontinental para la Copa Mundial, es el exguardameta australiano Mark Schwarzer.
Esta semana se cumplieron 20 años de aquel partido de noviembre de 2005, cuando Schwarzer se propuso lograr la segunda clasificación a un Mundial en la historia de su selección.
Schwarzer y los Socceroos se habían quedado a las puertas de la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón 2002™ cuatro años antes, tras caer frente a Uruguay por un global de 1-3 en la eliminatoria intercontinental OFC-CONMEBOL.
Australia cayó en el partido de ida de la eliminatoria de 2005 en Montevideo (0-1). Sin embargo, cuatro días más tarde, se alineó ante 82 698 espectadores en el Estadio de Australia (Sídney), consciente de que tenía la oportunidad de poner fin a 32 años de sequía mundialista tras su debut en la Copa Mundial que se celebró en la entonces República Federal de Alemania en 1974.
"La selección siempre recibió apoyo en el tramo decisivo de las eliminatorias para la Copa Mundial. Para nosotros, era lo habitual", afirmó Schwarzer.
"Sin embargo, la clasificación seguía sin llegar y teníamos la impresión de que, cuando no lo lográbamos, la maquinaria mediática y el resto de los deportes del país —incluidos sus directivos— se unían para menospreciar al fútbol. Era un ciclo que teníamos que revertir".
Australia contaba con un jugadores de calidad, con el extremo Harry Kewell y el delantero Mark Viduka como referentes tras brillar en Europa, y el centrocampista Tim Cahill, que apuntaba a convertirse en una nueva figura.
Había la sensación de que esta vez todo podía cambiar, y Schwarzer recuerda que disputar la Copa del Mundo era el mayor anhelo de los jugadores.
"En definitiva, ese era nuestro objetivo: transformar la imagen del fútbol en Australia y lograr una plaza en el Mundial", recordó.
Australia se impuso por 1-0 y empató la serie 1-1 en el global. Tras una prórroga sin goles, la clasificación se definiría en una tanda de penales de infarto.
Schwarzer se convirtió en el héroe del partido al atajar dos penales, lo que permitió a su equipo imponerse por 4-2 y desató la euforia tras el tanto decisivo de John Aloisi desde el punto penal.
"Corres por todo el campo, lleno de euforia, mientras la gente te rodea y levantas la vista hacia las gradas", recordó Schwarzer.
"Lo curioso es que no te das cuenta de la magnitud del momento cuando estás en el estadio. Estás en el campo y escuchas la algarabía, pero todo se vuelve borroso".
"Luego ves las grabaciones y se te eriza la piel. Ahí es cuando piensas: ¡Qué locura!”. Son momentos que atesoras por siempre", añadió.
Schwarzer aguarda con entusiasmo el torneo clasificatorio de marzo, deseoso de ver a otros futbolistas vivir esas mismas emociones al asegurar su lugar en la Copa Mundial más grande de la historia.
"Es algo impresionante. Es un momento en el que no puedes creer lo que está pasando y se te eriza la piel. Es una mezcla de sensaciones. Algo imposible de describir".
Schwarzer aún recuerda con enorme orgullo lo que significó cumplir el sueño de disputar un Mundial.
"Recuerdo cuando era niño e iba al parque a jugar con un balón. Ahí surgieron mis primeros sueños futbolísticos y nació mi amor por este deporte. Dormía con mi balón y nunca salía de casa sin él".
"Pasar de eso a jugar en la primera categoría y disputar esa competición que veía cada cuatro años cuando era niño; estar en el campo y pensar: “¡Qué increíble! Ahora estoy aquí. Estoy viviendo esta experiencia y jugando en estadios impresionantes contra grandes futbolistas”, mientras intentas escribir un nuevo capítulo en la historia del fútbol australiano... No hay nada más satisfactorio que representar a tu país", nos contó.
Schwarzer no tiene dudas de que el nuevo formato para definir las últimas plazas rumbo a Norteamérica dejará recuerdos inolvidables.
"El nuevo torneo clasificatorio para la Copa Mundial es una idea fantástica. Pienso que será una oportunidad extraordinaria, sobre todo para los aficionados y los jugadores, que ya no tendrán que recorrer miles de kilómetros durante la eliminatoria. Este nuevo formato deja atrás el desfase horario, el cansancio y la fatiga", añadió.
"Desafortunadamente, este proceso siempre tiene dos caras: alguien avanza y alguien queda fuera. Tu misión es asegurarte de estar del lado de quienes clasifican y vivir algo tremendamente especial. He pasado por ambas experiencias y, sin duda, disfruté más cuando logramos disputar la competición".
Los sorteos del torneo clasificatorio y de las eliminatorias europeas para la Copa Mundial de la FIFA 2026™ se celebrarán en la sede de la FIFA en Zúrich (Suiza) el jueves 20 de noviembre.